Las 2 palabras que deben seguir las empresas para subsistir tras el coronavirus: Eficiencia y eficacia
La eficiencia es la habilidad de utilizar los medios disponibles de una forma racional para llegar a una meta en el menor tiempo posible y con el mínimo uso de recursos posible, lo que implica una optimización.
En la economía se tiene el concepto de la eficiencia de Pareto, que indica el estado que se alcanza cuando es imposible mejorar la situación del componente de un sistema sin atentar contra otros.
Un ejemplo sería el de una persona que quiere comprase una cámara de fotos. Cada una tiene unas características diferentes y su propio precio, que en la mayoría de los casos implica la calidad a obtener.
Para ello hay dos posibilidades, me sobra el dinero y entonces compro la que tiene mejores características dentro de las que busco, o tengo un presupuesto limitado y tengo que solventar un problema con múltiples objetivos, ya que tengo que ver las características de la cámara junto con su precio. Para este caso ya no hay una solución óptima sino que hay varias soluciones pareto-óptimas que se pueden elegir.
El término hace referencia a los recursos (humanos, tecnológicos, financieros, físicos) de los que se dispone para realizar algo. La eficiencia consiste en aprovechar esos recursos de la mejor forma posible para encontrar el objetivo buscado.
La eficacia, sin embargo se refiere a maximizar los objetivos que se consiguen en un determinado plazo. Ser eficaz consiste en alcanzar el objetivo indicado, en el plazo estimado, sin importar los recursos que se usen para conseguirlo.
Si vemos ambas definiciones, vemos que podemos ser eficiente sin ser eficaz y al revés. Pero si conseguimos aunar ambas definiciones en nuestro proyecto, estaremos ante un proyecto ideal, eficiente, porque se ha conseguido utilizando el mínimo de recursos, y eficaz, porque no se ha extendido en el plazo que se había indicado.
Si nuestra empresa quiere subsistir tras el coronavirus, tenemos que conseguir ambas cosas, la eficiencia y la eficacia, y para ello, debemos por un lado, identificar TODOS los procesos que se están realizando en la empresa y ver cómo se pueden optimizar, aplicar las metodologías LEAN, de forma que sólo se realicen las tareas que proporciones valor al cliente y por las que el mismo estaría dispuesto a pagar. Identificar las MUDAs que define la metodología LEAN.
Las MUDAs pueden clasificar en.
1. Sobreproducción: Producir algo antes de que el cliente lo haya solicitado.
2. Esperas: Esperas por información, disponibilidad de material, etc.
3. Movimientos innecesarios: Movimientos evitables como búsqueda de herramientas o documentos que no se han dejado en su sitio.
4. Transporte: Cuando se transporta el material a algún sitio para almacenamiento temporal.
5. Sobreprocesamiento: Consiste en realizar procesos que el cliente no haya solicitado, o superar la calidad de lo pedido.
6. No Calidad: Son los recursos utilizados (materiales, tiempo, máquina, etc.) para arreglar los problemas de la calidad de las entregas
7. Inventario: El mantener inventario tanto de materiales, como de producto terminado va a aumentar los costes.
8. Utilización de las personas: Si no se aprovecha el conocimiento o las ideas de las personas del equipo se está perdiendo la posibilidad de mejora
Es importante disponer de las herramientas adecuadas que permitan identificar estas MUDAs para minimizarlas y poder conseguir la eficacia, junto con la eficiencia, permitiendo que la empresa pueda hacer más con menos.
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